POLITICA DEL "MUERTITO"
Las últimas elecciones municipales y regionales, así como la general del pasado mes de julio, han demostrado que existe y va tomando cuerpo una nueva forma de hacer publicidad política en el país, sin mucho gasto pero con grandes resultados.
La “Política del Muertito” y del silencio que practicó el reelecto alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, es la muestra más evidente contra aquellos que creen que una campaña electoral, para ser exitosa, necesita una fuerte inversión en publicidad, colmando al elector de material que muchas veces éste ni mira ni ve.
Algunos dirán que su posición de alcalde le dio ventaja. Por supuesto, pero también era una desventaja si se exponía mucho y en desorden.
Una razón poderosa por la que no salieron reelegidos muchos alcaldes.
Buen equipo
Esta vez, el burgomaestre capitalino, secundado por un buen equipo de competitivos y verdaderos periodistas, aquellos que han hecho calle y no son de cóctel (eso es vital sino se juega con el fracaso), no respondía “aparentemente” a la prensa, ni acudía a entrevistas ni a programas televisivos.
Se permitía hacer un paseo por un medio de prensa- bien escogido por cierto- cuando era necesario apuntalar determinada tendencia o cuando una nota de prensa bien estructurada no era suficiente.
Luego, sólo miraba y callaba los ataques en contra de su persona al punto que sus rivales se desesperaban por destacar en el infundio más certero y mortal.
Lo que conseguía Castañeda Lossio era simple: que sus propios contrincantes le hagan propaganda y publicidad gratis y lo metan en el cerebro de los electores. Y sin hacer mucho esfuerzo.
Recién y para rematar la campaña en los últimos días a fin de consolidar su presencia y no darle chance a sus rivales, apareció por algunos programas televisivos y radiales, entre cómicos, de farándula y de análisis.
El resultado: arrasó en las elecciones, aunque hubiese sido mayor su votación si se hubiese remarcado que el mapa del Perú era su símbolo.
Algo parecido sucedió en la justa general de julio pasado con la elección del congresista Javier Valle Riestra.
No invirtió mucho dinero en su campaña y sólo se dedicó a responder entrevistas en medios claves, algunos cuestionando su paso por el gobierno fujimorista, y generar polémica con sus posturas a fin de ganar el interés de la ciudadanía en su postulación. Y vaya si lo consiguió.
Persona a persona
En ambos casos, se aplicó otro tipo de publicidad- que puede ser aplicada en todos lo campos del quehacer empresarial- que no es más que la contraparte a la que todos conocen. Esta nueva tendencia apuesta a hacer una publicidad dedicada, exclusiva, de persona en persona.
Es decir, para hacer conocido un producto, en vez de una atosigante campaña de avisos en radio, televisión o prensa, se busca ir a mercados determinados: por ejemplo, poner un módulo de atención en un mall con el producto obsequiando pequeños presentes a quienes se acercan. Y esta exposición debe ser por pocas horas.
Y luego aparecer en otro sitio con iguales atenciones. La venta o entrega del producto debe ser con un mensaje tan directo que de manera implícita se predisponga al público a contar a sus amigos, familiares, entre otros, las bondades de éste, y a generar expectativa entre sus allegados con su pronta aparición.
Esta técnica, que ya se aplica en varias partes del mundo, lo desarrollaron de manera magistral tanto Castañea Lossio como Valle Riestra, y a costos sumamente bajos para resultados tan grandes.
Allí están los resultados.
Ignacio Arana
Friday, November 24, 2006
Monday, November 20, 2006
CORBATAS Y SACOS
Para nadie es un secreto que la reelección que perseguía Luis Castañeda Lossío en la comuna limeña le servirá como plataforma de ensayo a su cantada postulación presidencial del 2011.
Con la excusa de comunicar sus logros en bien de la ciudad de Lima, utilizará la cobertura periodística que se brinda al alcalde de Lima- gratis por supuesto- para su proyecto político personal de llegar a la presidencia ( lo cual es válido ya que ¿quién no quiere ser presidente?).
Para aquellos medios remilgones, la publicidad edil hará magia.
La difusión de sus logros permitirá afianzar su presencia en Lima y avanzar hacia provincias.
Ojalá que su afán de llegar a Palacio de Gobierno- aunque lo niegue- no lo desvíe de su función primordial para lo cual la mayoría de limeños lo ha elegido: la de administrar de manera conveniente la Ciudad de los Reyes. Mientras no descuide un objetivo por el otro, todo bien.
Cuidado
Sin embargo, hay que estar atentos a los oportunistas de momento, a los periodistas de cóctel, por ejemplo, aquellos que dicen son grandes hombres de prensa y nunca han estado en la calle correteando la noticia pero que sí son maestros de la sobonería, entre otros faunos, que se van acercar a Castañeda Lossio para empezar a ganarse su confianza y tener algüito en el 2011.
No van a faltar los camaleones que habiendo trabajado en la dictadura y que hacían esfuerzos por ser los mimados de Montesinos (ahora son demócratas y basta un chequeo a la fecha en el canal del Estado) rondarán a Castañeda.
Como tampoco no perderán oportunidad quienes tendiendo cuentas con la justicia se acercarán al alcalde de Lima para no pagar sus culpas.
¿Cómo se detecta a los periodistas de cóctel?. Fácil: organice un ágape, almuerzo o cena y verá como se aparecen muchos de ellos. Y no pierda atención a quienes son habituales a las comilonas y no pierden oportunidad para estrechar su mano, realzar sus logros e inclusive dar un pequeño discurso si se presenta la oportunidad.
Y si les permite un pequeño diálogo, al toque le van a pedir jefaturas o gerencias de Imagen o Relaciones Públicas.
Alto allí
Señor Castañeda, no cometa los errores de doña Lourdes Flores en sus dos postulaciones presidenciales: no se rodee de gente que trabajó en la dictadura, que muchos de ellos- salvo contadas excepciones- no sirven para nada.
En el caso de periodistas, exija su hoja de servicios: en qué medio trabajo, cómo fue su papel periodístico, a qué autoridad fustigó, qué denuncia publicó, qué papel cumplió en la dictadura, dónde estaba en ese momento. Y sobretodo, cuánto tiempo estuvo corriendo las calles.
Muchos dirán que son preguntas inútiles y fuera de contexto. Pero, ¿cuántos podrán responderlas?. Más aún, no se quede con las respuestas personales: cruce información ya que en el medio todos nos conocemos.
No se deje sorprender por las corbatas y buenos sacos que varios periodistas exhiben. Eso se compra en cualquier mall limeño. La ética, la moral, las buenas maneras y costumbres, eso se adquiere con el tiempo. Y generalmente, viene de familia.
Por eso, señor alcalde, a formar nuevos cuadros - con gente honesta, joven- que deben estar listos para su postulación el 2011.
Suerte y buen viento.
Ignacio Arana
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