
Más allá del lamentable comentario de la señora Patricia Teullet, presidenta de la Sociedad de Comercio Exterior (Comex), sobre Gastón Acurio –opinión ofensivo, malcriado, hiriente y ausente de la delicadeza femenina como lo señala mucha gente- está la diferencia entre los peruanos que no se quedan en sus escritorios y recorren la calle contra los otros que ven la vida color de rosa y no salen de sus mullidos y confortables sillones.
Y también se expresa el debate si el Perú es agrario o no, si es minero o no, o si ambas actividades pueden convivir. Pienso que el Perú es estrictamente agrario, eso está demostrado en nuestra historia, pero será tema de otro análisis.
La respuesta de Acurio es de grandes. Con unas frases en su cuenta de Facebook la puso en su sitio de manera caballerosa, respetuosa y sin ofensas: “Viniendo de alguien con tantos reconocimientos, nada podemos rebatir. (...) Queda claro que para muchos nada hemos hecho aún. Queda claro que esto es solo el comienzo”, dijo.
Veamos. Si la señora Teullet hubiese ido al norte chico, a Huaral nomás, se hubiese topado con pan llevar, algodón, maíz amarillo duro, oca, marigol, papas, hortalizas, habas, cereales y choclos.
También se hubiese encontrado con maracuyá, sandia, melocotón, fresas, peras, manzanos, mandarinas, paltas, mangos, naranjas y viñedos, entre otros.
Y si la señora Teullet hubiese encaminado su 4x4 al sur chico, a Mala, aquisito nomás como dicen nuestros hermanos del Ande (quizá haya ido a comer a Azpitia nada más y le apuesto que no sabe cómo se llama el poblado que lo antecede) hubiese hallado manzanas, plátanos, uvas, vinos y piscos.
Además encontraría algodón, vid, camote, espárrago y marigold.
Y si un domingo la señora Teullet se hubiera ido a Santa Eulalia, más allá de Chosica, hallaría en su plaza de Armas papas, maíz, trigo, cebada, habas, orégano y hortalizas.
Y entre los frutales: higos, durazno, manzana, palta, y tunas. También plantas medicinales como llantén, matico, ruda, culén, sabila y otros.
Productos frescos y naturales, de la chacra a la olla como se dice.
Entonces, la pregunta se cae de madura: ¿Se podría tener todo esto con productos transgénicos? La respuesta también es lógica: No. Como se sabe, Acurio es un defensor de los elementos orgánicos, mientras que Teullet defiende la utilización de semillas transgénicas o genéticamente modificadas.
Acurio camina el país y sabe de sus virtudes, sus fortalezas ligadas al campo. Teullet opina desde su escritorio y está más atenta a los lobbies que organizan las grandes empresas transnacionales.
De lo que si estamos seguros es que la señora Teullet disfruta de estos productos naturales peruanos en su mesa todos los días, y sería muy raro que pida a sus empleadas comprar productos transgénicos para consumirlos.
Por eso, por favor, hay que caminar por el país. Empaparse de sus problemas, sus reclamos, sus alegrías y logros.
A quienes defienden la existencia de productos transgénicos, que vayan y se den una vuelta por los mercados de Lima: el de Surquillo, el de Magdalena, o cualquier otro, para que vean todos los productos agrícolas del Perú en abundancia, naturales, sin manipulación genética.
Mejor sería si viajan al sur o norte chico, o suben un poquito por la carretera Central. De seguro que verían al país de otra manera.
Y por si acaso poner culantro en lugar de perejil en una comida es todo un arte. Cualquiera no lo hace.
13/10/2011
iab
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