
CIUDAD FANTASMA
De acuerdo a muchos pobladores a la fecha la inversión extranjera china en la zona en vez de traer progreso ha generado caos y confusión. En el 2005, el congresista Luis Gonzáles Posada advirtió esta situación.
Expreso
Lunes 30 de mayo del 2005
Actúa como enclave dentro de territorio peruano
SOS: MARCONA A PUNTO DEL COLAPSO
Paradojas del destino. Cientos de páginas señalan que la inversión privada en cualquier parte del mundo mejora la calidad de vida de donde se produce la inyección de capital. Y en ese rumbo se embarcó el país hace años. Pero no todo es color de rosa. Por lo menos eso se comprueba en la ciudad de Marcona, ciudad enclavada al sur del país, que más parece una ciudad fantasma que un centro poblacional que se beneficia por la operación de la empresa china Shougang.
Aparte de los problemas económicos generados en la población, un hecho que llama poderosamente la atención es la clausura de docenas de viviendas en esta zona del país por parte de la referida empresa.
Como se conoce, las viviendas fueron construidas hace 35 años por la Marcona Mining Company para los trabajadores. Son casas de material noble, con servicios de agua y electricidad, que contaban con jardines, pistas, veredas y juegos para niños.
Aproximadamente son dos mil viviendas que también las mantuvo el Estado en buenas condiciones.
Pero, ¡oh sorpresa!, hace 10 años, cuando la mina fue privatizada, la empresa clausuró 592 casas, tapiando puertas y ventanas con ladrillos y cemento. Cualquiera que se da un salto por allí de inmediato pensaría que se trata de una ciudad fantasma, que fue víctima de la guerra o que cayó una bomba nuclear.
La pregunta es: ¿qué pasó? Las versiones recogidas por EXPRESO refieren que fue una estrategia empresarial debido a que se deseaba reducir de manera considerable el número de trabajadores de la empresa.
Entonces, según los pobladores, la “genial idea” que se esbozó fue ir tapiando las casas a fin de que los trabajadores se ahuyentaran y se fueran de la zona. Según algunas estadísticas, el número de trabajadores disminuyó de 3,500 a 600.
“Pero ello no debió llevarlos al disparate de tapiar las casas. Con criterio social, han podido cederlas al municipio para que las entregue a trabajadores eventuales, a jubilados o a gente que vive en la miseria, en chozas de estera y piso de barro. Es vejatorio y humillante que hayan decidido tapiarlas y no reasignarlas, provocando un malestar social y un justificado rechazo del pueblo que además no tiene terrenos donde ubicarse y por eso invaden las áreas libres”, reclamó de manera enérgica el congresista Luis Gonzáles Posada.
Extensión
Marcona tiene una extensión de 1,995 kilómetros cuadrados. La Shougang ocupa 640 km2, mientras que 1,310 km2 son considerados áreas de concesión minera. Unicamente 5 km2 son área urbana, de las cuales la mitad está calificada como campamento minero y allí están ubicadas las dos mil viviendas y dos centros recreacionales, que no pagan un centavo de impuesto predial a la municipalidad.
La razón de este privilegio es que son calificadas como parte de la mina, lo cual, según el congresista Gonzáles Posada, “es absurdo, un engañamuchachos”, ya que se evita pagar impuestos municipales que podrían significar un millón y medio de soles anuales a la comuna.
Más problemas
EXPRESO recorrió la zona y escuchó una serie de reclamos de los pobladores que aún la habitan. Por ejemplo, denunciaron que como el área urbana sólo es de cinco kilómetros cuadrados, la municipalidad ha decidido extender la zona de desarrollo en 1.2 kilómetros adicionales.
Pero la empresa se opone y cuando hay invasiones, narran los pobladores, se llama a la Policía para que los desalojen a palos y con bombas lacrimógenas.
“Por eso Marcota cada vez está más pobre, a pesar de los enormes recursos que ha aportado al país a través de su historia”, expresaron.
Ni un sol
Gonzáles Posada aseguró a EXPRESO que Marcota no ha recibido ni un sol con la privatización. Recordó que por este proceso el Estado recibió US$ 132 millones, “pero ni un centavo se destinó a Marcota, a la provincia de Nasca o al departamento de Ica”.
“Eso ocurrió en los tiempos de Fujimori. Por eso el pueblo rechaza este tipo de privatizaciones que, en el caso de Marcota, no le ha dejado ingresos y además trajo como consecuencia el despido de unos dos mil trabajadores, muchos de los cuales fueron reenganchados a través de los llamados ‘services’, con salarios inferiores a los que ganaban”, detalló.
El legislador indicó que a ello se suma que hay mucha gente enferma de neumoconiosis y lipocusia, y que el índice de accidentes de trabajo es sumamente elevado.
“Estamos, en suma, sentados en la cúspide de un volcán que puede estallar en cualquier momento no sólo por la actitud indolente de la empresa que inclusive contamina el marco con residuos de minerales, sino también porque el gobierno se ha cruzado de brazos y no hace nada para corregir estas injusticias. Supongo que ahora que Toledo viaja a China debe tratar este tema de la Shougang, que desprestigia a las empresas de ese país”, precisó.
Soluciones
“¿Cómo solucionar este problema?”, inquirió EXPRESO al congresista Gonzáles Posada, quien indicó que una de las soluciones podría ser mediante una Mesa de Diálogo.
Explicó que primera la empresa debe entregar al municipio las viviendas tapiadas, luego debe aceptar la extensión del área de desarrollo urbano, después debe pagar sus impuestos prediales y mejorar las condiciones de vida y los ingresos de los trabajadores.
“Es decir, deben actuar como una empresa moderna y con sentido social. Más aún si consideramos que la Shougang ha aumentado su producción, porque sus ventas son cercanas a los S/. 500 millones anuales y sus utilidades netas entre S/. 70 millones y S/. 80 millones. Sin embargo, Marcona sólo percibe S/. 300 mil anuales por concepto de canon”, comentó.
El legislador afirmó que corresponde al gobierno la implementación de todas estas acciones y demandó como medida de urgencia la redistribución más justa del canon.
Ignacio Arana Bullón
Lunes 30 de mayo del 2005
Actúa como enclave dentro de territorio peruano
SOS: MARCONA A PUNTO DEL COLAPSO
Paradojas del destino. Cientos de páginas señalan que la inversión privada en cualquier parte del mundo mejora la calidad de vida de donde se produce la inyección de capital. Y en ese rumbo se embarcó el país hace años. Pero no todo es color de rosa. Por lo menos eso se comprueba en la ciudad de Marcona, ciudad enclavada al sur del país, que más parece una ciudad fantasma que un centro poblacional que se beneficia por la operación de la empresa china Shougang.
Aparte de los problemas económicos generados en la población, un hecho que llama poderosamente la atención es la clausura de docenas de viviendas en esta zona del país por parte de la referida empresa.
Como se conoce, las viviendas fueron construidas hace 35 años por la Marcona Mining Company para los trabajadores. Son casas de material noble, con servicios de agua y electricidad, que contaban con jardines, pistas, veredas y juegos para niños.
Aproximadamente son dos mil viviendas que también las mantuvo el Estado en buenas condiciones.
Pero, ¡oh sorpresa!, hace 10 años, cuando la mina fue privatizada, la empresa clausuró 592 casas, tapiando puertas y ventanas con ladrillos y cemento. Cualquiera que se da un salto por allí de inmediato pensaría que se trata de una ciudad fantasma, que fue víctima de la guerra o que cayó una bomba nuclear.
La pregunta es: ¿qué pasó? Las versiones recogidas por EXPRESO refieren que fue una estrategia empresarial debido a que se deseaba reducir de manera considerable el número de trabajadores de la empresa.
Entonces, según los pobladores, la “genial idea” que se esbozó fue ir tapiando las casas a fin de que los trabajadores se ahuyentaran y se fueran de la zona. Según algunas estadísticas, el número de trabajadores disminuyó de 3,500 a 600.
“Pero ello no debió llevarlos al disparate de tapiar las casas. Con criterio social, han podido cederlas al municipio para que las entregue a trabajadores eventuales, a jubilados o a gente que vive en la miseria, en chozas de estera y piso de barro. Es vejatorio y humillante que hayan decidido tapiarlas y no reasignarlas, provocando un malestar social y un justificado rechazo del pueblo que además no tiene terrenos donde ubicarse y por eso invaden las áreas libres”, reclamó de manera enérgica el congresista Luis Gonzáles Posada.
Extensión
Marcona tiene una extensión de 1,995 kilómetros cuadrados. La Shougang ocupa 640 km2, mientras que 1,310 km2 son considerados áreas de concesión minera. Unicamente 5 km2 son área urbana, de las cuales la mitad está calificada como campamento minero y allí están ubicadas las dos mil viviendas y dos centros recreacionales, que no pagan un centavo de impuesto predial a la municipalidad.
La razón de este privilegio es que son calificadas como parte de la mina, lo cual, según el congresista Gonzáles Posada, “es absurdo, un engañamuchachos”, ya que se evita pagar impuestos municipales que podrían significar un millón y medio de soles anuales a la comuna.
Más problemas
EXPRESO recorrió la zona y escuchó una serie de reclamos de los pobladores que aún la habitan. Por ejemplo, denunciaron que como el área urbana sólo es de cinco kilómetros cuadrados, la municipalidad ha decidido extender la zona de desarrollo en 1.2 kilómetros adicionales.
Pero la empresa se opone y cuando hay invasiones, narran los pobladores, se llama a la Policía para que los desalojen a palos y con bombas lacrimógenas.
“Por eso Marcota cada vez está más pobre, a pesar de los enormes recursos que ha aportado al país a través de su historia”, expresaron.
Ni un sol
Gonzáles Posada aseguró a EXPRESO que Marcota no ha recibido ni un sol con la privatización. Recordó que por este proceso el Estado recibió US$ 132 millones, “pero ni un centavo se destinó a Marcota, a la provincia de Nasca o al departamento de Ica”.
“Eso ocurrió en los tiempos de Fujimori. Por eso el pueblo rechaza este tipo de privatizaciones que, en el caso de Marcota, no le ha dejado ingresos y además trajo como consecuencia el despido de unos dos mil trabajadores, muchos de los cuales fueron reenganchados a través de los llamados ‘services’, con salarios inferiores a los que ganaban”, detalló.
El legislador indicó que a ello se suma que hay mucha gente enferma de neumoconiosis y lipocusia, y que el índice de accidentes de trabajo es sumamente elevado.
“Estamos, en suma, sentados en la cúspide de un volcán que puede estallar en cualquier momento no sólo por la actitud indolente de la empresa que inclusive contamina el marco con residuos de minerales, sino también porque el gobierno se ha cruzado de brazos y no hace nada para corregir estas injusticias. Supongo que ahora que Toledo viaja a China debe tratar este tema de la Shougang, que desprestigia a las empresas de ese país”, precisó.
Soluciones
“¿Cómo solucionar este problema?”, inquirió EXPRESO al congresista Gonzáles Posada, quien indicó que una de las soluciones podría ser mediante una Mesa de Diálogo.
Explicó que primera la empresa debe entregar al municipio las viviendas tapiadas, luego debe aceptar la extensión del área de desarrollo urbano, después debe pagar sus impuestos prediales y mejorar las condiciones de vida y los ingresos de los trabajadores.
“Es decir, deben actuar como una empresa moderna y con sentido social. Más aún si consideramos que la Shougang ha aumentado su producción, porque sus ventas son cercanas a los S/. 500 millones anuales y sus utilidades netas entre S/. 70 millones y S/. 80 millones. Sin embargo, Marcona sólo percibe S/. 300 mil anuales por concepto de canon”, comentó.
El legislador afirmó que corresponde al gobierno la implementación de todas estas acciones y demandó como medida de urgencia la redistribución más justa del canon.
Ignacio Arana Bullón
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